Verbum – Analecta Neolatina XXV, 2024/2

ISSN 1588-4309; https://doi.org/10.59533/Verb.2024.25.2.5



Abstract: The aim of this paper is to discover whether orthography has an impact on the Spanish interlanguage pronunciation of learners of Spanish with Hungarian L1. Eight Spanish graphemes were selected, and the oral productions of 20 university students were analysed using the acoustic software Praat and compared with the productions of two native speakers of Spanish and one native speaker of Hungarian. It was assumed that orthography-based negative transfer would be observed in the cases in which the grapheme-phoneme correspondences between the L1 and the L2 lack complete transparency. The pronunciation of the following graphemes was included in the study: c before a low vowel, before a consonant and before a mid vowel, ch, g before a high vowel, h, ll, v and z. The results corroborate the main hypothesis: negative transparency phenomena based on orthography can be observed in the case of the graphemes h, v, z and g preceding a high vowel, in the cases of which the transparency between Spanish and Hungarian grapheme–phoneme correspondences is not complete.

Keywords: interlanguage, orthography, pronunciation, grapheme–phoneme correspondences, negative transfer, spectrographic analysis

Abstract: El objetivo de la investigación presentada en el artículo es determinar el impacto de la ortografía en la pronunciación de la interlengua española de estudiantes con el húngaro como L1. Seleccionamos 8 grafemas españoles, luego analizamos las producciones orales de 20 estudiantes universitarios y las comparamos con las de dos hablantes nativos del español y una del húngaro utilizando el software acústico Praat. Se suponía que la transferencia negativa basada en la ortografía sería observable en los casos en los que la correspondencia grafema–fonema entre la L1 y la L2 no era totalmente transparente. Analizamos la pronunciación de los grafemas c ante vocal baja, ante consonante y ante vocal media, ch, g ante vocal alta, h, ll, v, z. La hipótesis principal fue corroborada por los resultados: los fenómenos de transparencia negativa basada en la ortografía se dieron en los casos de los grafemas h, v, z y g ante vocal alta, donde la transparencia entre las correspondencias grafema–fonema entre el español y el húngaro no es total.

Palabras clave: interlengua, ortografía, pronunciación, correspondencias grafema–fonema, transferencia negativa, análisis espectrográfico

1 Planteamiento del problema

El punto de partida para elegir el tema de la influencia de la ortografía sobre la pronunciación de los estudiantes hungaroparlantes fue una observación sobre la naturaleza del aprendizaje de idiomas extranjeros y las prácticas dominantes de la enseñanza de idiomas en Hungría. Al estudiar en el instituto y en la universidad, el énfasis se suele poner en la lengua sobre todo en su forma escrita, y menos en el idioma hablado. Kovács (2022) también menciona que en la educación secundaria húngara los profesores dan más importancia a la enseñanza de la morfosintaxis del español que al desarrollo de las competencias comunicativas, que incluyen la pronunciación (Berenguer-Román et al. 2016; Pérez y Pérez & Trejo Sirvent 2012). Tampoco es posible encontrar muchos diccionarios sonoros o audiovisuales y, además, en la red que sirvan como modelo de pronunciación nativa. Sin embargo, existen algunas páginas web en las que se puede escuchar la pronunciación de las palabras, como https://es.bab.la/, https://es.forvo.com/ o https://es.howtopronounce.com/, y la Inteligencia Artificial también ofrece cada vez más posibilidades para entrar en contacto con la lengua oral. El currículo universitario consiste mayoritariamente en contenidos escritos en vez de contenidos en formato sonoro. Además, la mayoría de los exámenes también son escritos tanto en el Grado en Filología Hispánica como en la Formación Continua de Profesores de E/LE. Por eso, los que estudian lenguas sin vivir en una comunidad de hablantes nativos tienen más experiencia con la lengua escrita que con la lengua hablada. Sin embargo, actualmente existen muchas más posibilidades de oír producciones nativas que antes gracias a los servicios de transmisión en directo, pero estos tampoco brindan las mismas oportunidades que vivir en un país de la lengua meta. Como consecuencia, la forma escrita y la ortografía presuntamente pueden ejercer más influencia sobre la pronunciación de los aprendices que los modelos orales ofrecidos por nativos.

Al pensar en la importancia del desarrollo de la pronunciación en la interlengua española de los estudiantes húngaros (Baditzné Pálvölgyi 2020a, b, 2022; Baditzné Pálvölgyi et al. 2019), y basándonos en estudios previos sobre la transferencia negativa –que en sentido lingüístico se refiere a la aparición de rasgos de la L1 en la interlengua– decidimos hacer una investigación sobre el grado del impacto de la transferencia basada en la ortografía en el caso de los estudiantes húngaros del español como L2. Según Baditzné Pálvölgyi (2020a, b, 2022) y Baditzné Pálvölgyi et al. (2019), los hablantes nativos conceden prioridad a la pronunciación de los extranjeros frente a la corrección gramatical a la hora de evaluar su producción oral. En estudios previos sobre la interlengua húngaro-española, Poller (2018a, b) llegó a la conclusión de que podían ser difíciles las vocales /a/, /e/ y la fricativa velar sorda para los alumnos hungaroparlantes, y Sinka (2021) enumera entre los fenómenos segmentales problemáticos los grafemas v, z, h, ch, j, las oclusivas /b, d, ɡ/ intervocálicas y las grafías dobles ll y cc. El papel de la ortografía en la pronunciación aún no ha sido investigado extensiva y sistemáticamente (Bassetti, 2008), sobre todo en el caso del húngaro y el español. En el contexto de estas dos lenguas, muchos problemas quedan inexplorados, hay varias preguntas abiertas, y la investigación de esta área solo ha empezado a ganar importancia durante los últimos años (Bassetti & Atkinson 2015; Rafat & Perry 2019; Hayes-Harb & Barrios 2021).

Aunque según Baditzné Pálvölgyi (2022: 12) la transferencia negativa muchas veces tiene un impacto en la pronunciación de los húngaros tanto en el nivel segmental como en el suprasegmental, en este trabajo solo vamos a dedicarnos a los fenómenos segmentales porque estos pueden explicarse mejor con la influencia de la ortografía debido a las relaciones entre grafemas y fonemas. Los fenómenos segmentales de transferencia negativa afectan los sonidos, y estos pueden ser, por ejemplo,1 la realización de la /a/ y la /e/ con su timbre y longitud húngaros como, por ejemplo, en casa [ˈkaːsa] en vez de [ˈkasa] o sed como [ˈsɛd] en vez de [ˈseð], la realización alargada de la /o/ en posición final de la palabras como en mundo [ˈmũn̪doː] o la pronunciación de los diptongos como hiatos como fue [ˈfue] en vez de [ˈfu̯e]. En cuanto a las consonantes, pueden causar problemas los sonidos que no existen en el húngaro como la fricativa interdental sorda [θ] en cerdo [ˈθeɾðo], la fricativa velar sorda [x] en jamón [xaˈmõn] o la vibrante múltiple [r] en perro [ˈpero]. Otros casos posiblemente problemáticos son el grafema v, que se pronuncia como [b] en español en posición inicial absoluta como en verde [ˈbeɾðe], o el grafema g, que corresponde a dos fonemas diferentes: por una parte, con la oclusiva velar sonora [ɡ] ante consonante o vocal baja en palabras como grado [ˈɡɾaðo] y por otra, con la fricativa velar sorda [x] ante vocal anterior como en general [xeneˈɾal]. Sin embargo, el fonema [ɡ] además de su aproximante: en varios contextos fonéticos, entre ellos en posición oclusivo tiene otro alófono: en posición intervocálica se realiza como [γ], como por ejemplo en pagar [paˈγaɾ] ante consonante o vocal baja. También puede causar problemas la letra h que es generalmente muda, y solo se pronuncia en algunas palabras de origen extranjero como haiku [’xai̯ku]. El grafema h en el húngaro también es mudo en algunos contextos –por ejemplo, en cseh [ˈtʃɛː] ‘checo’–, pero puede realizarse también como una fricativa velar sorda [x] –por ejemplo, en technika [’tɛxnikɒ] ‘técnica’– o como una fricativa laríngea sorda [h] –por ejemplo, en la palabra híd [ˈhiːd] ‘puente’– (Kassai 2006: 819; Markó 2017: 97). Otros fonemas que pueden causar problemas para los húngaros son las oclusivas sonoras /b d ɡ/ intervocálicas, que tienden a ser realizadas como aproximantes en español (Gaál 2018; 2023) como en haba [ˈaβa], o la /s/ intervocálica, que es mayoritariamente realizada como [s] en el español y es pronunciada en muchos casos como [z] por los húngaros (Bárkányi 2012) en palabras como rosa [ˈroza].

2 Objetivos e hipótesis

El objetivo general del trabajo consistía en la demostración del impacto de las ortografías húngara y española en la pronunciación de los estudiantes húngaros en su interlengua española. Sin embargo, es un área inmensamente grande, así que fue necesario restringir el tema de la investigación, ya que en un trabajo de esta extensión no cabrían aspectos como los rasgos suprasegmentales o todos los casos en los que la correspondencia entre grafema y fonema no es completamente transparente. Por eso, el objetivo restringido es la identificación de los grafemas, los fonemas y los contextos fonéticos que les resultan difíciles a los estudiantes húngaros en su interlengua española por la falta de la correspondencia total entre grafema y fonema. Esta asimetría puede tener dos tipos. En el primer caso, solo falta la correspondencia en el español, como en el caso del grafema c que en el húngaro se pronuncia como [ts], mientras que en el español puede representar tanto [k], por ejemplo en cara [ˈkara] o como [θ] ante vocal alta como en ácido [ˈaθiðo]. El segundo caso se observan las asimetrías en las correspondencias en cuanto a las relaciones grafema–fonema en el español y en el húngaro. Por ejemplo, cabe mencionar el caso de los grafemas v y b, donde un error causado por transferencia negativa puede ser la pronunciación del sonido [v] húngaro en el caso del grafema v, en vez del español [b] en posición inicial absoluta o su alófono [β] en posición intervocálica, por ejemplo, en vivir [biˈβiɾ]. Así que decidimos incluir entre los grafemas examinados algunos que pueden resultar difíciles para los húngaros por la falta de la correspondencia total entre grafema y fonema: la c ante vocal baja (calidad), la c ante consonante (dictadura), la c ante vocal alta (proceden), la ch (noche), la g ante vocal alta (sugirió), la h (rehenes), la ll (medalla), la v (viste) y la z (azar). Las palabras mencionadas como ejemplos en las oraciones anteriores son las que dan contexto a los grafemas en nuestro estudio. La tabla 1 muestra estos casos en los que la correspondencia no es total entre grafema y fonema en las dos lenguas.

Tabla 1: Los casos de falta de correspondencia total entre grafema y fonema en las dos lenguas

Como ya se ha dicho, el punto de partida de la investigación empírica fue la hipótesis según la cual habría desviaciones en la pronunciación de los estudiantes húngaros en los casos donde la correspondencia entre grafema y fonema no era perfecta. Nuestra hipótesis principal es que las diferencias entre los sistemas ortográficos de L1 y L2 y las desviaciones respecto al principio fonémico en la L2 pueden causar fenómenos de transferencia negativa en la interlengua española de los estudiantes con húngaro como L1. Según Rafat (2011: iii), esta hipótesis se puede completar con dos subhipótesis que son las siguientes:

Subhipótesis 1:

En el caso de un grafema en común que corresponde a dos fonemas diferentes en L1 y L2, cuanto menos saliente es la diferencia fonética entre los fonemas de L1 y L2, mayor es la probabilidad de la transferencia negativa de la L1.

Subhipótesis 2:

Si hay variación en las correspondencias grafema–fonema en L1, la transferencia se basará en la realización más frecuente en el patrón nativo.

3 Marco teórico

Después de la delimitación del área de investigación, en esta parte se destacarán los aspectos teóricos clave del tema. Como primer punto, cabe resaltar la teoría de la interlengua de Selinker (1969). Según esta teoría expuesta por Selinker (2014: 223), “[l]a interlengua es el espacio lingüístico/cognitivo que existe entre la lengua nativa y la lengua estudiada por un aprendiz. Las interlenguas son lenguas no nativas que se crean y se hablan en situaciones de contacto lingüístico.ˮ Esta definición es esencialmente la misma que la introducida en el artículo influyente de 1972, cuando se propone la hipótesis de “la existencia de un sistema lingüístico separado basado en el output observable que resulta de la producción intentada de la norma de la lengua meta por un aprendizˮ (Selinker 1972: 214). La transferencia lingüística es un término que fue utilizado primero en la psicología y más tarde fue adoptado por la lingüística. Es un fenómeno que se puede observar frecuentemente en el habla y en las producciones escritas de los estudiantes de idiomas extranjeros. Selinker (1972) destaca que el proceso cognitivo responsable por la transferencia lingüística es la percepción de algunas unidades como iguales en la lengua materna, en la interlengua y en la lengua meta. Los conocimientos sobre la interlengua en el artículo de 1972 aparecen aquí de forma integrada en el modelo de la adquisición de L2 de Gass y Selinker (2008: 481). Este último modelo declara que, al principio, los aprendices se dan cuenta de una cierta característica de la L2, y este proceso está condicionado por su L1 y la atención selectiva. El siguiente paso es la comprensión de este input. Luego, los sigue el intake, que incluye procesos examinados en el trabajo como la formación y la verificación de hipótesis, la fosilización, la generalización y la sobregeneralización. Después, el elemento lingüístico puede integrarse en el conocimiento lingüístico y gramatical del aprendiz y luego aparecerá en forma de output en las producciones de los informantes. El concepto de error de pronunciación puede tener diferentes interpretaciones en la literatura especializada. En cuanto a las segundas lenguas, cabe considerar como errores”aquellos que se pueden detectar en el habla de los que aprenden la lengua como L2 y que se perciben como diferentes respecto a la pronunciación de un nativo, y son solo estos últimos los que se incluyen bajo la etiqueta de acento extranjero” (Gaál 2023: 28). En este trabajo consideramos errores todas las producciones en las que hay una desviación respecto a la norma peninsular centro-norteña (considerada como variedad de prestigio), y estos se pueden explicar muchas veces con la transferencia negativa basada en la ortografía.

Como segundo punto, están incluidos los tipos básicos de la relación entre sistemas de escritura y pronunciación en las lenguas del mundo. Hayes-Harb y Barrios (2021: 298) destacan los cuatro tipos básicos de esta relación que pueden categorizarse de esta manera:

i.  de principales tipos de escritura, que pueden ser logográficos (como por ejemplo el japonés Kanji) o fonográficos, de los que el último tiene dos subtipos: alfabético y silábico (como los Hiragana y Katakana en el japonés);

ii. del grado de transparencia que se puede observar en las correspondencias entre grafemas y fonemas, con un continuo amplio entre correspondencias bidireccionales simétricas, por un lado, y correspondencias asimétricas opacas entre grafemas y fonemas por otro lado;

iii. de la dirección de la escritura (de la izquierda a la derecha, de la derecha a la izquierda o de arriba abajo);

iv. del grado de la congruencia entre los sistemas y los subsistemas de grafemas y fonemas en las diferentes lenguas.

En el caso del español y del húngaro, se trata de dos escrituras fonográficas y alfabéticas, con la misma dirección de la escritura que es de la izquierda a la derecha, con un alto grado de transparencia en las correspondencias entre grafemas y fonemas y con un nivel muy alto de congruencia entre los dos sistemas de grafemas y fonemas.

Nuestro trabajo también incluye una breve comparación de los principios básicos de las ortografías húngara y española. Según Laczkó y Mártonfi (2004: 19) y la 12a edición de la guía de ortografía de la Academia de Ciencias de Hungría A magyar helyesírás szabályai [Las reglas de la ortografía húngara], el sistema húngaro tiene cuatro características básicas:

  1. Utiliza letras, es decir, sus unidades menores son las letras y los dígrafos que se corresponden con sonidos.

  2. Usa las letras latinas.

  3. Es un sistema fonémico.

  4. Refleja el significado de las palabras y se puede describir a base de cuatro principios básicos.

Partiendo de A magyar helyesírás szabályai, con ejemplos mencionados en la guía, estos principios son:

  1. El de la pronunciación (ír [ˈiːr] ‘escribir’), que consiste en escribir los elementos de las palabras según su pronunciación en la lengua estándar.

  2. El del análisis morfológico de las palabras que sirve para que se puedan reconocer los elementos de las palabras escritas en su forma original, como por ejemplo en barátság (barát + -ság ‘amigo’ + sufijo derivativo de denominalización denominal) ‘amistad’.

  3. El de la tradición, que se aplica en el caso de los apellidos escritos de manera antigua y las palabras que contienen el dígrafo ly que antes señalaba un fonema que ya no existe en el húngaro moderno, como por ejemplo en la palabra lyuk [ˈjuk] ‘hueco’.

  4. El de la simplificación, que se aplica en las consonantes geminadas que se constituyen por dos grafías en los que solo doblamos la primera grafía, como por ejemplo la sz geminada en hosszú ‘largo’. Otro caso es el de las palabras con sufijo en las que originalmente se encuentran tres consonantes, como por ejemplo, tollal (toll + -val ‘bolígrafo’ + afijo) ‘con bolígrafo’ en vez de ­*tolllal porque según la descripción tradicional, la v se asimila a la l.

Hay mucha semejanza entre los sistemas ortográficos del húngaro y del español, ya que el castellano también usa las letras latinas, y estas letras son sus unidades menores. Además, también se puede considerar un sistema fonémico porque las grafías señalan los fonemas que prácticamente son los sonidos. Según la Ortografía de la lengua española (2010), la ortografía se caracteriza por la fuerza del componente fonológico, no obstante, la correspondencia entre fonema y grafema no es completamente simétrica, y según el término de Neef & Balestra (2013: 117), tampoco es completamente transparente desde el punto de vista grafemático, teniendo en cuenta que existen algunos fonemas que se pueden escribir de más de una manera, y el uso de estas no se puede deducir siempre basándose en el contexto, como por ejemplo en el caso del fonema /b/, que se puede escribir con la letra b como barca [ˈbaɾka] o la v como vista [ˈbista]. Las correspondencias entre grafema y fonema en el español y en el húngaro están resumidas en las tablas 2a y 2b, y se ven claramente los casos en los que la correspondencia grafema–fonema no es completamente simétrica y que, por tanto, resultan difíciles para los estudiantes húngaros.

Tabla 2a: Correspondencias entre grafemas y fonemas vocálicos en el húngaro y en el español según Hualde (2014: 8–9), Nádasdy (2006: 924–925) y Siptár & Törkenczy (2000: 18–20)

Tabla 2b: Correspondencias entre grafemas y fonemas consonánticos en el húngaro y en el español según Hualde (2014: 8–9), Nádasdy (2006: 924–925) y  Siptár & Törkenczy (2000: 18–20)

Como se puede ver en la tabla, algunos de estos casos pueden resultar muy difíciles para los estudiantes húngaros, y según nuestra hipótesis, pueden llevar a una transferencia negativa en su pronunciación porque la correspondencia grafema–fonema no es completamente simétrica entre las dos lenguas. Estos casos son los siguientes: los grafemas h, g, v, c, ll y ch.

4 Corpus y metodología

El primer paso fue la restricción del tema por razones de extensión, así que solo fueron incluidos entre los grafemas examinados la c ante vocal baja, la c ante consonante, la c ante vocal media, la ch, la g ante vocal alta, la h, la ll, la v y la z, teniendo en cuenta nuestra hipótesis según la cual habría desviaciones de la pronunciación de la lengua meta en la pronunciación de los estudiantes húngaros donde la correspondencia entre grafema y fonema no era perfecta.

El siguiente paso fue la elección del corpus: optamos por utilizar un corpus estudiantil. En la investigación participaron 20 adultos (3 varones y 17 mujeres) jóvenes de entre 18–25 años que en el momento de la recopilación de datos estudiaban en una de las universidades de Hungría el Grado en Filología Hispánica (FH) o en la Formación Continua de Profesores de E/LE (FCP de ELE). Todos tenían un nivel B2 como mínimo en español, y en el momento de la grabación estaban matriculados en un seminario de Fonética y fonología españolas. Todos tienen el húngaro como L1, y ninguno de ellos cuenta con ascendencia hispana.

Los informantes, en el momento de las grabaciones, utilizaban los mismos manuales y estudiaban con el mismo tipo de instrucción y en el mismo número de clases a la semana. 11 estudiantes de los 20 (55%) habían estudiado el español como segunda lengua extranjera, es decir como L3, en el instituto en 3–5 horas semanales. La mayoría había utilizado los manuales Colores 1, 2 o 3 3 (Gajdos et al. 2009), por lo cual habían recibido un input muy similar desde este punto de vista. Otro grupo homogéneo está formado por los que habían estudiado en el instituto (35%), en una sección bilingüe húngaro-española. Los miembros de ese grupo llevaban entre 5 y 8 años aprendiendo castellano, y habían utilizado manuales distintos, pero había solapamientos entre sus libros. El resto (10%) había estudiado la lengua en una escuela de idiomas o con un profesor particular, tres de ellos habían vivido en un país de habla hispana (según sus respuestas seis meses o más tiempo), pero en el caso de los demás, el grado de inmersión en un país hispanohablante fue bastante limitado, entre 15 días y 3 meses.

Durante las sesiones de grabación, los informantes tuvieron que leer una lista de 47 oraciones en español que se repitieron varias veces, y cada estudiante tuvo que producir cada oración tres veces. Luego seleccionamos 9 oraciones de estas 47 para analizar, y utilizamos las segundas y terceras lecturas de cada una, así que se incluyeron 18 oraciones por informante en total. En 2015 también se hicieron grabaciones de las mismas oraciones con dos hablantes nativos del español peninsular centro-norteño (un varón y una mujer de 20 años), y estas se utilizaron como punto de referencia para comparar las grabaciones de los informantes hungaroparlantes con ellas. Primero, buscamos las oraciones que contenían algún grafema que podía causar problemas por la falta de correspondencia total entre el grafema y el fonema, y decidimos examinar estos grafemas comparando las producciones de los estudiantes con las de los nativos. Después elegimos palabras húngaras que incluían los mismos grafemas y las mismas combinaciones de grafemas, respectivamente, y grabamos a una mujer húngara (de 30 años aproximadamente) pronunciando dichas palabras. Después trabajamos con el programa acústico Praat (Boersma & Weenink 2021) y creamos espectrogramas de las grabaciones de la segunda y la tercera producción de cada informante en el caso de cada una de las oraciones y también de las producciones de los nativos. No utilizamos las primeras producciones, ya que estas se pueden considerar como una “fase de familiarización” (Bárkányi 2018: 13). Luego cortamos la parte central de los espectrogramas con la palabra con el sonido representado, y estas fueron etiquetadas con los sonidos correspondientes según el método de Machač y Skarnitzl (2009). Intentamos determinar en cuáles de las oraciones producidas por los informantes húngaros podíamos encontrar una desviación de la norma peninsular centro-norteña, que es la variedad que decidimos tomar como punto de referencia. Aunque ninguna de las variedades geográficas territoriales puede considerarse incorrecta, optamos por el castellano porque durante mucho tiempo esta fue la única variedad estandarizada por la Academia por la importancia histórica de las partes centro-norteñas de la Península Ibérica (Moreno Fernández 2007: 57).

También pretendimos definir la naturaleza de la desviación: si se puede explicar con la transferencia del húngaro basada en la ortografía, con la identificación del informante con otra variedad geográfica con el deseo de adecuarse a los patrones nativos húngaros aplicando el seseo, la realización de la c(e, i) y la z como /s/ o el ceceo que es la realización de la s como /θ/, o la variación individual. Luego comparamos las características acústicas de los sonidos en cuestión en sus espectrogramas, y describimos las diferencias entre ellos tomando en consideración las características que muestran sus imágenes. Así pudimos determinar en qué aspectos diferían entre sí los sonidos producidos por los nativos y por los estudiantes, y pudimos analizar en profundidad los desencadenantes de las desviaciones de los húngaros respecto a la norma peninsular centro-norteña y ver hasta qué punto se podían explicar con la influencia de la transferencia basada en la ortografía.

En la tabla 3 se proporciona la lista de las oraciones producidas por los informantes que tuvimos en cuenta. Los espectrogramas se crearon de estas oraciones y después fueron cortadas las palabras con los contextos relevantes.

Tabla 3: Los grafemas examinados, sus contextos y las palabras húngaras grabadas

Como ya se ha expuesto, nuestro objetivo consistía en demostrar el impacto de la ortografía española y la presencia de la transferencia negativa en la pronunciación de la interlengua de los estudiantes húngaros comparando sus producciones de los grafemas examinados con las producciones húngaras de los mismos grafemas. De acuerdo con nuestra hipótesis principal, suponíamos que encontraríamos casos de transferencia negativa basada en la ortografía donde la correspondencia grafema–fonema no era total entre las dos lenguas y que en estos casos las producciones de la interlengua serían similares a las producciones de los húngaros nativos en las palabras húngaras.

5 Resultados

En esta parte, primero, se presentan los datos de la investigación empírica. La tabla 4 incluye las proporciones de las realizaciones correctas y erróneas de los informantes de las palabras examinadas en total durante la segunda y la tercera lectura. Basándose en estos datos, se ve claramente que en dos casos no hubo ninguna desviación de la norma peninsular centro-norteña: en las palabras noche y medalla.

Tabla 4: Resumen global de los datos

Las figuras 1 y 2 muestran, en el caso de los grafemas examinados, las desviaciones de la norma peninsular centro-norteña. Las desviaciones están presentadas en el contexto de las palabras a la segunda y a la tercera lectura, y se puede ver que la c ante vocal media, la h, la v y la z fueron las que más problemas causaron para los informantes húngaros. También está señalado si estas desviaciones se pueden explicar con la transferencia negativa basada en la ortografía. El término transferencia negativa, como ya se ha dicho, se refiere a los casos en los que alguna característica de la L1 aparece en la interlengua del aprendiz. En las siguientes figuras las transferencias negativas están marcadas en color rojo, y los casos que pertenecen a este grupo son la g ante vocal alta, la h, la v y la z. Las desviaciones que no se pueden explicar con la transferencia negativa como el seseo, es decir, la realización de la c(e, i) como [s], están indicadas con color amarillo. El color verde señala las realizaciones correctas.

Figura 1: Clasificación de las desviaciones (2ª lectura)

Figura 2: Clasificación de las desviaciones (3ª lectura)

Como se puede ver, la figura 1 muestra en la segunda lectura el número de las desviaciones en caso de cada contexto examinado y si estas son fenómenos de transferencia negativa u otro tipo de desviación. La figura 2 muestra los mismos tipos de información en el caso de la tercera lectura, y se puede observar que en ambos casos los mismos grafemas resultaron los más difíciles. La transferencia negativa apareció en los contextos de la g ante vocal alta, la h, la z y la v, es decir en los que las correspondencias grafema–fonema no son totalmente transparentes entre las dos lenguas. Los otros tipos de desviación de la norma se dieron en los contextos de la c ante vocal baja (diferencia individual), la c ante consonante (diferencia individual), la c ante vocal alta (seguimiento de otra variedad geográfica) y la z (seguimiento de otra variedad geográfica). Cabe destacar que en el caso del grafema z hubo tres realizaciones diferentes, dado que algunos informantes siguieron la norma peninsular realizándola como [θ], mientras que otros optaron por el sonido [s] al que los húngaros están más acostumbrados y el resto la realizó como [z] según las correspondencias grafema–fonema en el húngaro.

Presentando los resultados desde una perspectiva diferente que las dos figuras anteriores, la figura 3 muestra los perfiles de los informantes según las proporciones de las desviaciones de la norma peninsular centro-norteña en sus segundas y terceras producciones. En esta figura se utilizan los mismos colores que en las dos figuras anteriores, y cada letra se refiere a un informante. Hubo solamente una persona que no cometió ningún tipo de error y en el caso de cuatro informantes no encontramos ningún ejemplo para la transferencia negativa, indicada con rojo, mientras que en el caso de los demás 16 informantes se dieron 2–6 casos de las 18 producciones en total. Las desviaciones que no se pueden explicar con la transferencia negativa como el seseo, es decir, la realización de la c como [s] aquí también están indicadas con amarillo.

Figura 3: Perfil de los informantes según sus realizaciones de los grafemas y los tipos de sus errores

Se pueden entender a base de esta parte los resultados más importantes de la investigación. Con la excepción de las palabras noche y medalla, los informantes cometieron desviaciones de la norma, con más frecuencia en el caso de la c ante vocal media, la h, la v y la z, y con la excepción de una persona, cometieron diferentes tipos de errores que en muchos casos se pueden explicar con la transferencia negativa.

6 Discusión

Después de exponer nuestros resultados, ahora procedemos a analizar las diferencias entre la pronunciación realizada en la interlengua de los estudiantes húngaros y las grabaciones de los españoles nativos en cada uno de los contextos. Estas diferencias fueron detectadas en siete palabras, en las realizaciones de siete diferentes tipos de grafema: calidad (ca), dictadura (cC), proceden (ce), sugirió (gi), rehenes (h), viste (v), azar (z), y afectaron 280 ejemplares en total.

El primer ejemplo que encontramos para la transferencia negativa basada en la ortografía es la pronunciación de la grafía g ante la vocal alta anterior i. En las grabaciones de los informantes nativos siempre corresponde a esta letra una fricativa uvular sorda [χ] en la palabra sugirió porque en la variedad centro-norteña la g ante e o i siempre se realiza como tal (Hualde, 2014: 150). La mayoría de los informantes húngaros siguió la pronunciación de los nativos; no obstante, un estudiante pronunció una oclusiva velar sonora [ɡ]. Esta desviación de la producción nativa se puede atribuir a la transferencia negativa basada en la ortografía, ya que el informante realizó la grafía g como un sonido [ɡ], como [ˈsuɡiɾioː] según la correspondencia de este grafema y fonema en el húngaro. Además de la transferencia segmental, el acento está en la primera sílaba en vez de la última en su producción, lo que corresponde a las pautas de acentuación húngaras.

Otra grafía en cuya pronunciación podemos notar diferencias entre las producciones nativas y las de los estudiantes húngaros es la c delante de la vocal baja central /a/. Todos los informantes húngaros pronunciaron una consonante oclusiva velar sorda [k] en la palabra calidad; sin embargo, en la grabación de uno de ellos percibimos cierto grado de aspiración, una fuerte explosión de aire que acompaña la relajación de la obstruyente. Este fenómeno no se puede atribuir a ningún tipo de transferencia negativa de la L1, ya que en el húngaro tampoco hay aspiración en este caso, pero sí que existen dos explicaciones plausibles. Por una parte, se puede explicar con las diferencias individuales que existen entre los hablantes de una lengua, y por otra, puede ser una transferencia negativa de la L2 del informante, el inglés, puesto que en el inglés las oclusivas sordas se realizan con aspiración en posición inicial de sílaba como por ejemplo en cat [ˈkhæt].

El siguiente fenómeno que cabe destacar se puede observar en la pronunciación de la grafía c ante otra consonante. En la palabra dictadura, la consonante oclusiva velar sorda /k/ está seguida por la consonante oclusiva dental sorda /t/. Según Quilis (1999: 205–206), “las oposiciones de sonoridad entre las consonantes oclusivas /b/, /d/, /ɡ/, /p/, /t/ y /k/ se neutralizan cuando se encuentran en posición postnuclear.” Así que pueden mantener su sordez como acto [ˈakto], pero también puede ocurrir que las sonoras se realicen como fricativas con mayor o menor tensión como ábside [ˈaβsiðe]. Por otro lado, puede ocurrir también que las sordas pierdan parte de su tensión articulatoria y que presenten cierto grado de sonoridad y se conviertan en fricativas. En nuestras grabaciones, los nativos y la mayoría de los estudiantes (18) mantuvieron la sordez de la /k/ en posición postnuclear, pero hubo dos informantes que la sonorizaron y pronunciaron una [γ] fricativizada. Esta diferencia tampoco es causada por una transferencia negativa, sino que es un ejemplo de variabilidad interlocutor, ya que léctől ‘desde el listón’ contiene la misma combinación de grafemas que dictadura, pero dicha combinación se corresponde con una secuencia diferente de fonemas. Si hay un gran contraste acústico entre los dos sonidos, de acuerdo con nuestra primera subhipótesis, es menor la probabilidad de la transferencia negativa. Además, dictadura es una palabra común utilizada en varias lenguas, y en el húngaro también se realiza con una [k].

Otro ejemplo para la variación individual es la diferencia entre las pronunciaciones de la grafía c ante la vocal media anterior e. Este fenómeno es un caso de variación geográfica en la pronunciación de las sibilantes entre los hispanohablantes: en el dialecto peninsular centro-norteño, esta grafía y la grafía z se realizan como una fricativa interdental sorda [θ], mientras que en las zonas seseantes del sur peninsular, las Canarias e Hispanoamérica, como una fricativa alveolar sorda /s/, y también existe el ceceo en algunas partes de Andalucía, Hispanoamérica y el Caribe, que consiste en realizar la c ante e o i y la z como una consonante dental similar a /θ/ (Hualde 2014). En nuestras grabaciones, los españoles (Figura 4) pronunciaron esta consonante c en la palabra proceden como [θ] según la norma peninsular oral; esto también se nota en los espectrogramas, ya que la [s] se caracteriza por tener el centro de la energía acústica en una frecuencia más alta que la [θ]. No obstante, en el caso de los informantes húngaros hubo mucha variación entre las dos formas, y 12 de ellos pronunciaron la versión seseante del sur (Figura 5). Aquí no podemos hablar de una variación geográfica, sino que esta diferencia puede ser atribuida a la ausencia de la consonante /θ/ en el repertorio consonántico húngaro. Por eso, para los estudiantes con el húngaro como L1 es más fácil pronunciar una [s]. Este fenómeno se puede explicar con el funcionamiento de una seleccionadora de frutas que coloca las frutas desconocidas al lugar de otra con las características más similares a ella (Gósy 2005: 123–125), dado que los hablantes de una lengua tienden a percibir los fonemas de la L2 que no existen en su lengua materna como el sonido más similar de su L1. Otra explicación puede ser que los hablantes húngaros reciben un input mayor en cuanto al sonido [s], dado que la mayoría de los hablantes nativos sesea. Sin embargo, el sistema de percepción de las personas que aprenden idiomas extranjeros puede llegar a ser más flexible para diferenciar los fonemas no existentes de su L1 en otras lenguas, y así se pueden explicar las diferencias individuales entre los informantes.

Figura 4: Espectrograma de la palabra proceden. Muestra procedente de una hablante nativa del español (imagen propia).

Figura 5: Espectrograma de la palabra proceden. Muestra 3/2 (segunda lectura del informante 3) (imagen propia).

En la Figura 6 se puede ver el espectrograma de la palabra húngara ocelot [ˈot͡sɛlot] ‘ocelote’ que contiene la africada dental sorda [ts]. Sin embargo, este sonido no es similar a la [s] pronunciada por algunos húngaros en cuanto al lugar y modo de articulación.

Figura 6: Espectrograma de la palabra ocelot ‘ocelote’. Muestra húngara nativa (imagen propia).

Otro fenómeno interesante que encontramos es que hubo mucha diferencia en la realización de la grafía h. En el español, esta letra es muda en la mayoría de las palabras, y solo se pronuncia como una fricativa velar sorda [x] en algunos préstamos como, por ejemplo, en hámster [ˈxamsteɾ]. Según nuestras observaciones, los informantes nativos nunca pronunciaron una [x] en la palabra rehenes (Figura 7), mientras que cinco informantes húngaros realizaron esta grafía con una consonante fricativa laríngea sorda [h], lo que también aparece en el espectrograma de la frase Suelten a los rehenes en un lugar al azar (Figura 8) como una onda aperiódica entre las dos vocales que indica una consonante fricativa. La causa de esta desviación de la norma puede ser la transferencia negativa basada en la ortografía, ya que en el húngaro, en el caso del grafema h, hay variación, y puede ser muda como en céh [ˈt͡seː] ‘gremio’ (AMHSZ 2015: 40). No obstante, en la mayoría de los casos corresponde a un sonido que puede ser fricativa velar sorda [x] como en technika ‘técnica’ o fricativa laríngea sorda [h] como en la palabra híd ‘puente’ (Kassai 2006: 819; Markó 2017: 97). La explicación de que hubo tanta variación en este caso puede ser que rehenes no es una palabra de uso frecuente, y por eso, pudo ocurrir que varios informantes se olvidaran de aplicar las reglas españolas y que la correspondencia grafema–fonema húngara resultara dominante en su caso.

Figura 7: Espectrograma de la palabra rehenes. Muestra procedente de una hablante nativa del español (imagen propia).

Figura 8: Espectrograma de la palabra rehenes. (Muestra 6/2 (segunda lectura del informante 6) (imagen propia).

En el espectrograma de la palabra húngara kehes [ˈkɛhɛʃ] ‘(caballo) con tos crónica’ (Figura 9), se puede ver una fricativa laríngea sorda [h] similar al sonido producido por algunos informantes en rehenes, y esto indica que se trata de un fenómeno de transferencia negativa y que, según la segunda subhipótesis, aplicaron la realización más frecuente de este grafema en el húngaro. Sin embargo, esta diferencia también se puede explicar con el seguimiento de otras variedades geográficas como el español andaluz o el caribeño.

Figura 9: Espectrograma de la palabra kehes ‘(caballo) con tos crónica.’ Muestra húngara nativa (imagen propia).

El próximo ejemplo significativo que merece la pena resaltar es la diferencia entre las realizaciones de la grafía v en la palabra viste. En el español, la pronunciación normativa de esta letra en posición inicial absoluta es una oclusiva bilabial sonora [b], el mismo sonido que corresponde a la grafía b. Ambos informantes nativos siguieron esta norma; sin embargo, 14 estudiantes húngaros pronunciaron una fricativa labiodental sonora [v]. Esta diferencia se puede atribuir también a una transferencia negativa basada en la ortografía, dado que en el húngaro, los grafemas b y v corresponden a sonidos diferentes, el primero a la oclusiva bilabial sonora y el segundo a la fricativa labiodental sonora. Por eso, a los estudiantes húngaros les cuesta mucho aprender la pronunciación normativa de la grafía v.

El último fenómeno que se puede observar es la diferencia en la pronunciación de la grafía z. Esto se debe a la variación dialectal que ya ha sido mencionada en el caso de la grafía c. La diferencia es que la z no tiene realizaciones diferentes dependiendo del sonido siguiente, sino que solo se pronuncia de dos maneras según la región: como una fricativa interdental sorda [θ] en el dialecto peninsular centro-norteño o como una fricativa alveolar sorda [s] en las zonas seseantes del sur peninsular, las Canarias e Hispanoamérica (Hualde 2014). Los hablantes nativos siguieron la norma peninsular del norte en el caso de la palabra azar, mientras que entre los estudiantes húngaros hubo mucha variabilidad, y 10 de ellos pronunciaron una fricativa alveolar sorda [s] y 3 de ellos una fricativa alveolar sonora [z]. Como ya se ha mencionado, en el caso de la c, esta diferencia se basa en que la consonante /θ/ no existe en el húngaro, y por eso para estos estudiantes es más fácil la realización como una fricativa alveolar sorda [s], y en el caso de su realización como [z], se trata de un fenómeno de transferencia negativa basada en la ortografía.

7 Conclusiones

La presente investigación empírica se llevó a cabo para examinar el impacto de la ortografía en la interlengua española de los aprendices con húngaro como L1. 20 informantes tuvieron que leer oraciones con palabras en las que las correspondencias grafema–fonema no eran completamente transparentes. Luego sus producciones fueron analizadas con el software acústico Praat y comparadas con producciones de las mismas oraciones de hablantes nativos y producciones de hablantes nativos húngaros de palabras húngaras con las mismas combinaciones de grafemas. Se esperaba que las desviaciones aparecieran en los casos donde faltaba la correspondencia grafema–fonema total entre las dos lenguas. Según los resultados, podemos constatar que la ortografía tiene un impacto perceptible en la pronunciación de la interlengua española de los estudiantes húngaros. Sin embargo, hubo muchas diferencias individuales entre los informantes, a pesar de que formaban un grupo bastante homogéneo en cuanto a su edad y a su nivel de la competencia lingüística avanzada (entre B2–C1 en español), y de que habían recibido un input similar en los mismos cursos y a base de los mismos materiales.

Vamos a examinar ahora hasta qué punto se han verificado la hipótesis principal y las dos subhipótesis (según Rafat 2011: iii). Basándonos en las investigaciones empíricas, observamos y comparamos las características acústicas de las grabaciones, y también creamos espectrogramas y los analizamos comparando las producciones de los nativos húngaros y españoles con la interlengua española. Como se ha podido ver en la tabla 5, los fenómenos de transferencia negativa se dieron en los casos de las palabras sugirió (0–5%), azar (10–15%), rehenes (20–25%) y viste (70%). Los porcentajes se refieren a la proporción de los casos de transferencia negativa en todas las producciones. A base de estos resultados, se puede constatar que tanto la hipótesis principal como las dos subhipótesis se verificaron, dado que la transferencia negativa se dio en los casos de los grafemas y las combinaciones de grafemas h, v, z y gi donde hay diferencias entre las correspondencias entre grafema y fonema en las dos lenguas. Además, las diferencias acústicas y fonéticas entre los fonemas /b/ y /v/ son menos salientes, y en el caso del grafema h, la transferencia negativa se basó en su realización más frecuente en el húngaro, la [h] laríngea sorda.

En el futuro valdría la pena llevar a cabo una investigación similar con estudiantes en diferentes niveles de competencia en español, en niveles de A1–B1 o de C1–C2 o con tareas diferentes, por ejemplo, con unas que contuvieran palabras conocidas y desconocidas al mismo tiempo para mitigar el efecto de la práctica anterior.

Referencias

Baditzné Pálvölgyi, K. (2020a): La aplicación de modelos entonativos en la descripción de las interlenguas: el caso del húngaro-español. Szeged: JATEPress. https://doi.org/10.21862/Modent_2020

Baditzné Pálvölgyi, K. (2020b): Magyar ajkú spanyol nyelvtanulók kiejtése spanyol anyanyelvűek szemével. In: Á. Fóris, A. Bölcskei, O. Nádor, & R. Sólyom (eds.) Nyelv, kultúra, identitás. Alkalmazott nyelvészeti kutatások a 21. századi információs térben. V. Nyelvpedagógia, nyelvoktatás, nyelvelsajátítás. Budapest: Akadémiai Kiadó. 3–18.

Baditzné Pálvölgyi, K. (2022): A magyarok spanyol kiejtése: szegmentális és szupraszegmentális jegyek. Conferencia de habilitación. Budapest: Universidad Eötvös Loránd.

Baditzné Pálvölgyi, K., Z. K. Gaál, R. Hegedüs, D. Kovács, & L. Takács (2019): ¿Precisión lingüística o inteligibilidad? El español oral de los hungaroparlantes desde la perspectiva del profesor de ELE. Serie Didáctica: Revista Electrónica de Estudios Hispánicos de la Universidad de Szeged 3: 5–14.

Bárkányi, Zs. (2012): La adquisición de la asimilación de sonoridad. Acta Hispanica – Acta Universitatis Szegediensis de Attila József Nominatae 17: 95–102. https://doi.org/10.14232/actahisp.2012.17.95-102

Bárkányi, Zs. (2018): The acquisition of voicing assimilation by advanced Hungarian learners of Spanish. Revista Española de Lingüística Aplicada/Spanish Journal of Applied Linguistics 31: 1–31. https://doi.org/10.1075/resla.17016.bar

Bassetti, B. (2008): Orthographic input and second language phonology. In:
T. Piske, & M. Young-Scholten (eds.) Input Matters in SLA. Bristol: Multilingual
Matters. 191–206. https://doi.org/10.21832/9781847691118-013

Bassetti, B., & N. Atkinson (2015): Effects of orthographic forms on pronunciation in experienced instructed second language learners. Applied Psycholinguistics 36: 67–91. https://doi.org/10.1017/S0142716414000435

Berenguer-Román, I. L., C. M. Roca-Revilla, & I. V. Torres-Berenguer (2016): La competencia comunicativa en la enseñanza de idiomas. Dominio de las Ciencias 2: 25–31.

Boersma, P., & D. Weenink (2021): Praat: doing phonetics by computer [programa informático]. Versión 6.1.52. Disponible en: http://www.praat.org/ (última consulta: 13/11/2022).

Gaál, Z. K. (2018): La presencia de los alófonos aproximantes de /b d ɡ/ en la
producción oral de los aprendices hungarófonos de ELE: un acercamiento piloto. In: Zs. Bárkányi & M. Santosné Blastik (eds.) Palabras enlazadas. Estudios en homenaje al profesor László Scholz. Szeged: JATEPress. 163–174.

Gaál, Z. K. (2023): Procesos posléxicos en la interfonología de los aprendientes hungaroparlantes de E/LE. Budapest: ELTE Eötvös József Collegium.

Gajdos, Zs., E. Nagy & K. Seres (2009): Colores. Spanyol nyelvkönyv 3. Budapest: Nemzeti Tankönyvkiadó.

Gass, S. M. & L. Selinker (2008): Second Language Acquisition: An Introductory Course. Third edition. New York/London: Routledge. https://doi.org/10.4324/9780203932841

Gósy, M. (2005): Pszicholingvisztika. Budapest: Osiris Kiadó.

Hayes-Harb, R. & S. Barrios, S. (2021): The influence of orthography in second language phonological acquisition. Language Teaching 54: 297–326. https://doi.org/10.1017/S0261444820000658

Hualde, J. I. (2014): Los sonidos del español. Cambridge: Cambridge University Press. https://doi.org/10.1017/CBO9780511719943

Kassai, I. (2006): Fonetika. In: F. Kiefer & P. Siptár (eds.) Magyar nyelv. Budapest: Akadémiai Kiadó. 789–834.

Kovács, D. (2022): El desarrollo de la producción oral de estudiantes de español a través de practicar rasgos suprasegmentales en el instituto. Trabajo Fin de Máster. Budapest: Universidad Eötvös Loránd.

Laczkó, K., & A. Mártonfi (2004): Helyesírás. Budapest: Osiris Kiadó.

Machač, P., & R. Skarnitzl (2009). Principles of Phonetic Segmentation. Prague: Epocha.

Markó, A. (2017): Hangtan. In: G. Tolcsvai Nagy (ed.), Nyelvtan. Budapest: Osiris Kiadó. 75–203.

Moreno Fernández, F. (2007): ¿Qué español enseñar? Madrid: Arco/ Libros.

MTA. Magyar Tudományos Akadémia. (2015): A magyar helyesírás szabályai. 12. kiadás. Budapest: Akadémiai Kiadó.

Nádasdy, Á. (2006): Nyelv és írás. En F. Kiefer, & P. Siptár (eds.) Magyar nyelv. Budapest: Akadémiai Kiadó. 907–931.

Nagy, E. & K. Seres (2006): Colores. Spanyol nyelvkönyv 1. Budapest: Nemzeti Tankönyvkiadó.

Nagy, E., K. Seres & A. Orenga Portolés (2007): Colores. Spanyol nyelvkönyv 2. Budapest: Nemzeti Tankönyvkiadó.

Neef, M. & M. Balestra (2013): Measuring graphematic transparency: German and Italian compared. Typology of Writing Systems 14: 113–145. https://doi.org/10.1075/bct.51.06nee

Pérez y Pérez, H. C. & M. L. Trejo Sirvent (2012): La competencia comunicativa y la enseñanza de lenguas. Atenas. Revista Científico Pedagógica 3: 84–93.

Poller, L. (2018a): El desarrollo de la pronunciación en las clases de español como lengua extranjera. La realización de las vocales [a] y [e]. Trabajo Fin de Máster. Budapest: Universidad Eötvös Loránd.

Poller, L. (2018b): La influencia de la lengua materna en la pronunciación española de los hablantes húngaros: la realización de las secuencias vocálicas y de las fricativas velares sordas. In: K. Baditzné Pálvölgyi & V. Hidalgo (eds.) Cuadernos ELtE 2017: El teatro como atajo pedagógico. Budapest: Agregaduría de Educación de la Embajada de España en Hungría. 53–61.

Quilis, A. (1999): Tratado de fonética y fonología españolas. Madrid: Gredos.

RAE & ASALE (2010): Ortografía de la lengua española. https://www.rae.es/obras-academicas/ortografia/ortografia-2010

Rafat, Y. (2011): Orthography-Induced Transfer in the Production of Novice Adult English-Speaking Learners of Spanish. Doctoral dissertation. University of Toronto.

Rafat, Y. & S. J. Perry (2019): Navigating orthographic issues in the teaching of Spanish pronunciation. In: R. Rao (ed.), Key Issues in the Teaching of Spanish Pronunciation: From Description to Pedagogy. London: Routledge. 237–253. https://doi.org/10.4324/9781315666839-12

Selinker, L. (1969): Language transfer. General Linguistics 9: 67–92.

Selinker, L. (1972): Interlanguage. IRAL. International Review of Applied Linguistics 10: 209–231. https://doi.org/10.1515/iral.1972.10.1-4.209

Selinker, L. (2014): Interlanguage 40 years on: Three themes from here. En Z.-H. Han, & E. Tarone (eds.), Interlanguage: 40 Years Later. Amsterdam: John Benjamins. 221–246. https://doi.org/10.1075/lllt.39.12ch1

Sinka, A. D. (2021): Análisis de errores de pronunciación de palabras españolas en el espejo de la inteligibilidad lingüística. Trabajo Fin de Máster. Budapest: Universidad Eötvös Loránd.

Siptár, P., & Törkenczy, M. (2000): The Phonology of Hungarian. Oxford: Oxford University Press. https://doi.org/10.1093/oso/9780198238416.001.0001

Fuentes electrónicas

https://es.bab.la/pronunciaci%C3%B3n/espanol/

https://es.forvo.com/

https://es.howtopronounce.com/


  1. En las transcripciones fonémicas y fonéticas proporcionadas a lo largo del estudio utilizamos los símbolos del Alfabeto Fonético Internacional.↩︎